Integración vertical, el pilar oculto de las grandes empresas.

Integración vertical, el pilar oculto de las grandes empresas.

Dicen que el éxito es predecible, y coincido. Digamos que si un camino lleva a una empresa a ser exitosa puede que sea casualidad, pero si muchas empresas repiten los mismos patrones y logran alcanzar el éxito, quiere decir que existe un camino a seguir, un camino predecible.

Existe un pilar que comparten muchas empresas multinacionales que contradice al dicho de “diversificar”. Veamos cuál es este pilar que puede servirnos para nuestro propio negocio.

¿Qué es mejor para una empresa, diversificar o enfocarse?

A distintos negocios, distintas respuestas a esta pregunta, pero pareciera ser que las corporaciones más sólidas siguen un patrón bastante marcado: comienzan muy enfocadas, y luego, ya establecidas en el mercado, comienzan a diversificarse, aunque esto es solo en apariencia porque en realidad, lo que suelen hacer primero es integrarse verticalmente.

Integración vertical, el pilar oculto de las grandes empresas.

Para utilizar un lenguaje sencillo, la integración vertical se da, por ejemplo, cuando una compañía comienza a producir su propia materia prima, o comienza a comercializar sus propios productos que antes solamente fabricaba y así va extendiendo el control de su negocio.

Veamos un caso de ejemplo:

Supongamos que te decides a iniciar un emprendimiento de venta de tortas. No posees mucho dinero por lo tanto inicias comprando poca materia prima, la justa y necesaria, y a medida que vas vendiendo las tortas una a una, vas recuperando el dinero invertido, más una ganancia. Tu primer cliente “grande”, es una pizzería que está buscando ampliar su oferta por la mañana y por la tarde brindando desayuno y merienda a sus clientes.

Tus tortas comienzan a hacerse famosas y cada vez vas acumulando más ganancia. Llega el punto en el que tienes que tomar una decisión: reinvertir lo ganado en el mismo negocio, invertirlo en otro negocio, o gastarlo.

En vez de diversificar en otros negocios, comienzas a reinvertirlo en el mismo que te dio las ganancias. Ahora el costo de la materia prima es un poco menor porque comienzas a negociar con proveedores por compras en cantidad.

Todo marcha muy bien, pero algo comienza a inquietarte, porque si bien estás vendiendo y creciendo, el margen de ganancia podría ser mucho mayor si lograras integrarte verticalmente hacia atrás y hacia delante, es decir, si pudieras fabricar tu propia materia prima y si pudieras vender al consumidor final tus productos directamente.

Y comienza la integración vertical hacia delante.

Decides vender tus productos a través de tiendas propias. Nace tu primer local en el que se puede degustar un buen café o té, con unas tortas exquisitas que comienzan a ganarse un cierto nombre propio entre la gente.

La ubicación del local, en una esquina muy transitada, facilita mucho las ventas y el dueño está pensando en venderlo. Arreglan un plan de cuotas y en cierta forma, esta inversión es una diversificación orientada al terreno de los bienes raíces, pero a la vez sigue siendo parte de tu integración vertical.

Dos locales exitosos más te dan el ánimo para iniciar un modelo de franquicias, pero para poder abastecer a todos los locales, es necesario industrializar más la producción adquiriendo nuevas máquinas y mudar la cocina a un lugar más amplio.

Y comienza la integración vertical hacia atrás.

Parte de la materia prima necesaria comienza a ser fabricada por otra unidad de tu empresa, lo que da lugar para mejorar los costos a una flota de vehículos que transportarán la materia prima y el producto terminado.

Así es como llega el punto en el que las grandes empresas logran controlar absolutamente todo el circuito de un negocio gigante, desde la elaboración de la materia prima, pasando por el transporte y la fabricación, hasta la venta al consumidor final, llegando a optimizar los costos de una forma impecable, que elevan la barrera de entrada a cualquier otro competidor.

Por supuesto, muchas empresas para lograr esto en poco tiempo, suelen convocar inversores o solicitan préstamos, pero otras consideran que autofinanciarse es parte de la integración vertical.

Todo esto sucede detrás de escena y el consumidor muchas veces no llega a ver cómo transcurre todo el proceso, pero la integración vertical, es uno de los grandes pilares bastante oculto de las multinacionales.

Espero que este artículo te haya sido de ayuda. Deja tu comentario debajo.

Te dejo un cordial saludo,
Martín Omar

Acerca de Martín Omar
Desde hace más de 14 años desarrolla campañas montadas sobre Internet orientadas al crecimiento de las ventas. Actualmente se dedica al Marketing Online, y a promover la Educación Financiera.