Joven y millonario. En menos de 6 años, se volvió rico.

Brian Chesky es un joven emprendedor que a sus 33 años de edad, logró crear un negocio multimillonario de alrededor de 1.500 millones de dólares, en tiempo record.

Pero lo más asombroso de su historia es que como no tenía dinero para crear su negocio, se le ocurrió la idea de crear un pequeño emprendimiento, que le diera algo de efectivo, para poder financiar el inicio de su gran negocio. 

Un raro negocio que terminó en franquicias.

Cada tanto me cruzo con uno de esos emprendimientos que no termino de comprender si es una genialidad, o un producto de una pésima idea. Éste es uno de esos casos:

– ¿Y tú de qué vives?
– Crío mariposas para soltarlas.

Cuando no estamos interiorizados en un cierto tema o nicho de mercado, suelen pasarnos por la mente pensamientos como: ¿alguien compra eso?, pero interiorizarse un poco en este tipo de emprendimientos un tanto “raros”, ayudan a ampliar nuestro contexto. 

Narda Lepes, la marca personal.

Narda Lepes es en la actualidad, una de las cocineras más famosas de  Latinoamérica. Lo que muchos no saben es que antes de ser famosa, fracasó en dos oportunidades queriendo desarrollar su propio restaurante, y algo que tampoco se conoce sobre ella es que llegó al mundo de la televisión por casualidad.

Su historia es un gran ejemplo de cómo generar y explotar una marca personal, gracias a trabajar en función de llegar a ser una celebridad en su rubro (algo que multiplica tremendamente las ganancias).

Cómo remontar un negocio con apalancamiento.

Este texto forma parte de un relato lleno de grandes lecciones, de un hombre que descubrió su negocio dos veces, la primera vez como un juego, y la segunda estando 3 meses en cama, prácticamente inmovilizado, luego de sufrir un grave accidente.

Si tu intención es crear un negocio empezando desde abajo y hacer dinero sin dinero, la experiencia de este hombre es algo que realmente valorarás.

Iniciar un negocio, sin más capital que una idea.

Craig Zucker era un joven muy observador, que recientemente se había mudado a la ciudad de Nueva York. Comenzó a sentir curiosidad por probar un negocio en el cual su materia prima era ilimitada y le costaba tan solo 2 dólares al mes. Todo el mundo  contaba con la misma materia prima, pero a nadie se le había ocurrido la idea de Craig, hasta ese momento…