Mi primer negocio millonario.

Mi primer negocio millonario.

Este es uno de esos casos reales que te atrapan desde el principio hasta el final. Tuve la suerte de asistir a una conferencia en la que participó Martin Varsavsky (fundador de FON, inversor y emprendedor). Siempre es interesante escuchar lo que tiene para decir, pero esta información,  supera a todas. Relata paso a paso, cómo hizo su primer gran negocio. Habla básicamente de la situación en la que vivía en ese momento, los problemas y el plan de negocios que armó con tan solo 24 años de edad.

Nota: Me tomé el atrevimiento de transcribir en texto todo el audio del video (así tienes las dos opciones disponibles).

Preámbulo

Mientras estaba estudiando en la universidad, mi padre había fallecido y mi madre insistía en que tenía que buscar trabajo. Pero yo iba a entrevistas y me  hacían preguntas como…

– “¿Usted cómo se ve de acá a 5 años?”

Y yo decía: “Mínimo como su jefe”. (Y no me daban el trabajo).

Y mientras buscaba el trabajo de mala gana, al mismo tiempo tenía un plan de negocios para comprar edificios en un barrio y transformarlos. Esto era en 1985 y este barrio era muy pobre, no como ahora. Las propiedades costaban algo así como $600 dólares el pie cuadrado y no $6000 como valen ahora.

Lo que voy a contar es la historia de un edificio que hoy tiene 120.000 pies cuadrados. Lo compré en el año 1985 por $6.000.000 de dólares.

La situación

La historia es así, mi padre había fallecido con solo 49 años, pero su madre vivía. Los $150.000 dólares que había heredado  se iban rápidamente en gastos de todas sus responsabilidades, digamos que heredé más deudas que plata. Pero heredé una buenísima educación, mi padre era un hombre brillante que tenía una ética y una manera de enseñarme que me sirvió muchísimo en la vida, no solo para los negocios, sino para todo lo demás.

Entonces yo tenía bastante ojo para lo que podía llegar a ocurrir con los barrios y este barrio que era una ruina yo creía que iba a ser lo que justamente es ahora, un barrio muy especial con  este tipo de hoteles y galerías de arte. Entonces hice un plan de negocios para renovar ese edificio.

El edificio costaba $6.000.000 de dólares y renovarlo, otros $6.000.000 así que tenía que encontrar $12.000.000 de dólares en el año 1985 cuando tenía 24 años y era estudiante del MBA.

Construyendo el plan de negocios

Hice mi plan de negocios y salí a buscar inversores y al mismo tiempo salí a buscar un equipo gestor para esta obra porque aunque yo había hecho otras obras y ya había trabajado en esto desde los 20 años, esta era una obra muy grande y yo no creía que me iban a dar el dinero a mí.

Entonces encontré a Lenard Kan, que era el jefe, el gestor de la cartera inmobiliaria de la ciudad de New York que trabajaba para el gobierno y ganaba un sueldo del gobierno, que es un sueldo bajo (aquí la gente ve el hecho de trabajar para el gobierno, como una especie de donación pública, por unos años).

El autor hace un comentario al margen: (Nunca entendí por qué en España la gente quiere trabajar para el gobierno, pero ese es otro tema, quizás trabajan para el gobierno porque se pueden ir temprano y no los pueden echar y porque la seguridad les importa más que la satisfacción profesional, aunque supongo que habrá algunos trabajos para el gobierno que serán buenos).

Len Kan se quería ir de la ciudad de New York pero tenía un trabajo de enorme responsabilidad y lo hacía muy bien.  Entonces yo le dije que quería que él gestionara mi empresa de renovaciones inmobiliarias.

Él me dijo:
– ¿qué empresa tienes?

Y le conté que no tenía una empresa, pero que si la tuviera le daría un tercio de mi empresa y un buen sueldo, si el la gestionaba. Lo que él tenía que hacer era su nombre para ponerlo en mi plan de negocio.

Yo le pregunté:
– Si consigo el dinero, ¿viene a trabajar conmigo?

Él me dijo:
– Sí.

Entonces hice un plan de negocios diciendo que el gestor era el famoso Len Kan que dirigía la cartera inmobiliaria de la ciudad de New York y además Len Kan me alertó que este edificio estaba disponible. Cuando me alertó de este edificio que estaba disponible por $6.000.000 de dólares, yo lo puse en mi plan de negocios e hice un plan para renovarlo. Pero no teníamos nada, no éramos dueños del edificio, pero yo dije que si me daban $600.000 dólares podía conseguir un contrato por el 10% con pago a 90 días y en 90 días podía conseguir financiación bancaria por $10.000.000 de dólares y poníamos $2.000.000.

Entonces yo hice el plan en el que había que poner:

$600.000 dólares de seña (10%).
$10.000.000 nos iba a prestar el banco ($5.400.000 para pagar el edificio, el resto para refacción).
$1.400.000 más, luego (para refacción).
…………………..
$12.000.000 (total)

“Claro, pero todo esto era muy hipotético porque no teníamos edificio, no teníamos préstamo, no teníamos empleados, no teníamos nada, pero bueno así se empieza en la vida, con nada.”

Buscando inversores, luchando contra el rechazo

“Y entonces fui a ver inversores y vi un montón de inversores que me dijeron que no, que yo era muy joven, que esto… bueno, que no, que no, que no, que no, y que no. Y después de tanta gente que me decía que no y que me decía que no y que me decía que no, conseguí a una familia que me dijo que sí.“

Y este señor  que ya falleció que se llamaba Manuel Madanes, que a todo esto era amigo de mi padre. Mi padre le había hecho unos trabajos muy  interesantes, y él estaba muy afligido porque  mi padre había fallecido así que en cierto sentido esto vino un poco por el lado de mi padre, aunque no porque alguien sea amigo de tu padre te va a dar $2.000.000 de dólares. Estoy hablando de $2.000.000 de esa época que es como decir de $10.000.000 de ahora (la inflación no fue tanto pero la inflación inmobiliaria sí fue eso).

Juntando el capital

Entonces pasó que fui a ver a este señor Manuel Madanes a Houston, Texas, donde él estaba por una razón de negocios. Era el gran momento en el que me iba a dar los $600.000 dólares para dar la seña por el edificio (la señal como se dice en España) y resulta que me olvidé mi billetera.

“Voy a ir a buscar los $600.000 dólares y a negociar mi acuerdo con él y no tenía ni plata para tomarme un taxi del aeropuerto al hotel donde él estaba.”

Me acuerdo que tomé un ómnibus y un autobús, un colectivo y terminé llegando a pie, caminando hasta dónde él estaba, sudando porque en New York hacía frío, y ahí, en Texas, hacía mucho calor. Llegué todo sudado, fui al baño, me lavé un poco y fui a verlo a Manuel Madanes que era un señor  fantástico, negociamos el acuerdo de societario, y me dio el cheque por los $600.000 dólares pero me dio vergüenza decirle:

– ¿Por qué no me da $600.000 dólares y $20 más para tomarme un taxi?

Entonces me fui con los $600.000 dólares, caminando por la autopista a tomarme el autobús devuelta con los únicos $5 dólares que tenía en el bolsillo.

A punto de perder los $600.000 dólares

Conseguimos el contrato para comprar el edificio, pero después vino la agonía de conseguir los $10.000.000 dólares de financiación  del banco, cosa que fue terrible, terrible porque lo conseguimos un día antes de perder los $600.000 de seña, porque nadie nos quería dar la financiación, un poco por mi situación de tener 24 años y ser uno de los dueños o el empresario de esto, pero gracias a Len Kan lo conseguimos.

Me acuerdo que fue el día que cumplí 25 años que terminé mi MBA y tenía $12.000.000 financiados en el año 1985 y tenía este edificio.

Las ganancias

Después hicimos este edificio, lo arreglamos como está ahora, lamentablemente no pudimos comprar el terreno que está en el medio y nos construyeron otro edificio en el medio, pero igual este edificio es de 120.000 pies cuadrados y ahora lo tenemos alquilado a muchas empresas hasta el año 2013 que lo vamos a convertir en un condominio residencial como es el otro edificio de la esquina y el edificio que está al lado.

El edificio que compramos por $6.000.000 de dólares parece que ahora vale unos $60.000.000 de dólares, la mayoría de la ganancia se la llevan los inversores pero una parte importante también la tengo yo y Len Kan, y mientras tanto este fue un negocio en el que puse $25.000 dólares míos en el año 1985 y me viene dando unos $30.000 dólares por mes de alquiler un poco más, desde el año 1985, muy rentable.

Cuento todo esto porque a mí me han dicho, me han acusado, otras veces, de que mis negocios no son rentables, y efectivamente Yastel no es una empresa rentable ahora, pero otros sí son  rentables como este edificio, y bueno, cada vez que lo miro me acuerdo de ese chico de 25 años lleno de ilusión, que se iba a Houston y se olvidaba la plata.

Y esa es la historia del primer negocio grande que hice en mi vida.

Martin Varsavsky.

………………………………………………

Espero que este artículo te sea de ayuda y motivación. Compártelo en las redes sociales para ayudar a otros, y deja tu comentario.

Te dejo mis cordiales saludos,
Martín Omar

Acerca de Martín Omar
Desde hace más de 14 años desarrolla campañas montadas sobre Internet orientadas al crecimiento de las ventas. Actualmente se dedica al Marketing Online, y a promover la Educación Financiera.