Buscando tener más tiempo para sus hijos, duplicó su sueldo.

Buscando tener más tiempo para sus hijos, duplicó su sueldo.

Me gusta cuando encuentro material para compartir en nuestra comunidad, pero cuando las historias nacen desde dentro de la comunidad, me hacen feliz.

La historia de Doumary, está transcurriendo en este momento, y lo mejor de todo, es que está dispuesta a compartir contigo cómo duplicó su sueldo en cuestión de meses, iniciando su propio negocio

Doumary Espinoza tiene 34 años, es de Venezuela, y con ella, tenemos varias cosas en común. Es por eso que comenzamos a intercambiar una serie de emails, en donde hablamos sobre educación, negocios, crecimiento personal, sueños, ayudar a otros, y la felicidad que da el poder unir todos estos puntos en un emprendimiento.

Lo que ella está haciendo en este momento, es algo que muchas personas desean lograr, y coincidimos en que su historia sería de gran ayuda para toda la comunidad.

Con toda su amabilidad, se tomó el trabajo de redactar los hechos, tal cuál sucedieron (y tal cual están transcurriendo, en este momento).

Quiero compartir mi historia contigo:

El año pasado estaba trabajando muy fuerte, salía de mi casa a las 6:30am y llegaba a las 7pm porque había logrado una promoción importante en una empresa minera. Me desempeñaba como Jefa de Departamento de Planificación Minera.

Pero soy madre de tres niños, uno de ocho y unos gemelos de tres años (niña y niño), y me resultaba demasiado estresante mantener el estatus de la empresa y atender a mis hijos y esposo.

A partir de esa situación, comencé a pensar la manera de crear un negocio en el cual pudiera estar con mis hijos y entonces nació la idea de “CRECER”, un Centro de tareas dirigidas y Orientación Psicológica.

Yo tengo un decir:

«Las escuelas y guarderías, no entienden que trabajamos,
y las empresas, no entienden que somos madres”.

Los verdaderos motivadores

Realmente, me inspiró mi hijo mayor Alejandro, el tiene 8 años y es muy brillante (quiere ser Médico Cirujano). Miré alrededor y vi que la calidad de la educación era bastante mala y al día de hoy sigue decayendo; cuando yo tenía la edad de mi hijo  iba a clases complementarias, excursiones, etc. En donde vivimos sé que no tendrá esas oportunidades y por consiguiente los niños que viven en la zona tampoco.

La situación en la empresa donde trabajaba, era muy crítica y el ambiente muy pesado. No hay insumos para la producción y la motivación del personal es nula. Traté de ayudar a los demás con charlas de motivación; pero no sirvió de nada. Sentía que estaba perdiendo el tiempo.

«Me enfermé de la cervical, del estomago, etc.
estaba en el trabajo y pensaba a cada momento en mis hijos,
además que los gemelos se enfermaban constantemente».

Comencé a pensar y a pensar cómo solucionar el problema de alguna manera, sin dejar de trabajar y decidí crear un centro para dar apoyo escolar a los niños, con actividades complementarias; eso me serviría para no dejar de trabajar, y a la vez estar con mis hijos y brindarles la educación que se merecen.

Algo más que un sueño, un plan

Empecé investigando en Internet acerca de este tipo de negocios. Mis padres son educadores así que siempre he estado en ese ambiente.

Busqué información y artículos financieros para asesorarme (y buscar fuerzas) para cambiar de empleada a autoempleada (en vías de empresaria). Leí el libro Padre Rico Padre Pobre, y otros libros de autoayuda y crecimiento personal.

Planifiqué cada detalle del centro, insumos necesarios, mano de obra a corto plazo y a largo plazo. Fui a algunas escuelas incluyendo la de mi hijo y vendí la idea a algunas personas y vi que tuvo una buena aceptación.

Un servicio sólido

El servicio consiste en  dar apoyo en las obligaciones escolares diarias de los niños, exposiciones, preparación para pruebas, investigaciones, etc.; y a través de vídeos de ciencia, matemáticas, realización de manualidades y otras actividades para complementar su educación. Se trabaja solamente con primaria.

Paralelamente, se brinda orientación Psicológica familiar e individual (atendido por mis hermanos gemelos de 22 años que son terapeutas). El negocio lo fusioné para ayudar a mis hermanos que están comenzando a desarrollarse en su carrera y nos hemos ayudado mutuamente.

Los miedos, los fracasos y el capital

Hace cinco años atrás monté una pequeña estética; pero tuve que cerrarla porque tenía miedo de salir de la empresa en ese momento, realmente no estaba lista.

Con este nuevo emprendimiento las cosas fueron distintas, auque me costó mucho cambiar mi percepción acerca del dinero, los negocios, y dejar los miedos. La actividad  que realizaba en la empresa, ya se me hacía muy fácil, sin retos pero este nuevo proyecto es todo lo contrario, muchos retos que afrontar, pero a la vez trae muchas satisfacciones.

Lo más difícil, fue dejar mi empleo, porque después de todo, en el fondo me gustaba y había logrado colocarme en la posición que quería; dejar algo de lo que eres especialista es muy, pero muy difícil.

Por otro lado, empecé a colocar en una balanza todas esas horas en las que deseaba: estar con mis hijos, tener un poco de tiempo libre, no tener que viajar dos horas diarias a mi trabajo, no tener que bajar más a la mina (es una mina subterránea), e intoxicar mi cuerpo, y dejar ese ambiente tóxico y pesado que tiene la empresa a nivel del personal.

Decidida, pedí en la empresa un adelanto de mis prestaciones antes de retirarme, para usar este capital propio más un préstamo que me hizo mi esposo sin intereses (entre todo, no gasté más de $1.500 dólares).

«Todo se dio muy rápido, solo tarde 1 mes para ponerlo en marcha».

La primera traba fue conseguir el local, fue difícil, quería uno céntrico; lo demás se me dio relativamente fácil.

Para la promoción del negocio, el boca a boca ha sido muy efectivo así como algunos
anuncios y volantes que he entregado. El local donde trabajo tiene buena afluencia de personas, y siempre van a preguntar.

Comenzando en pequeño, pensando en grande

Tengo pensado expandirlo a otros sitios, manteniendo la calidad del servicio, solo me falta preparar el material que se tiene que utilizar en clases. Quiero abrir clases de estimulación temprana par niños de 2 a 4 años.

«Creo que ha sido un éxito, porque en la zona que vivimos
los servicios son muy malos y los sectores
infantil y juvenil están totalmente desatendidos».

Apenas tenemos 2 meses y ya tuve que abrir otro turno, y pronto abriré un horario en la mañana de estimulación temprana.

Las ganancias son más del 100% de mi sueldo como empleada. Me siento feliz con mis hijos a pesar de la crisis económica y moral que está afectando a mi país Venezuela.

Un mensaje para ti

El mensaje es especialmente para las madres emprendedoras. Como lo dije anteriormente, «las escuelas y guarderías no entienden que trabajamos, y las empresas no entienden que somos madres». Nuestros hijos, solo una vez en la vida son niños, tenemos que disfrutarlos como regalo divino.

Podemos crear pequeños negocios con poco capital, dándoles una buena educación en casa, o tener tiempo libre para ellos.

A todos, les digo: no tengan miedo de soñar porque soñando creamos realidades que ni nos imaginamos cuanto pueden cambiarnos la vida.

Mis saludos y respetos.

Gracias por tomarte el tiempo de leer mi historia.
Doumary Espinoza.

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Desde ya mis agradecimientos a Doumary por tomarse el trabajo de compartir su historia. Seguramente será muy gratificante para ella que le dejes un mensaje debajo de este artículo.

Martín Omar.

Acerca de Martín Omar
Desde hace más de 14 años desarrolla campañas montadas sobre Internet orientadas al crecimiento de las ventas. Actualmente se dedica al Marketing Online, y a promover la Educación Financiera.