Cómo manejar el tema de la deuda, parte II

Cómo manejar el tema de la deuda, parte II

Continuando con la primera parte de este artículo, analizamos prioridades, deuda buena, deuda mala y qué hacer cuando los números no cierran

Nota importante: Iniciamos desde el punto 3, porque la primera parte de este artículo contiene el punto 1 y 2. Si llegaste  a este artículo sin leer la primera parte, te recomiendo que primero la leas, haciendo click en el siguiente enlace:

• DEUDAS, CÓMO SOLUCIONAR EL PROBLEMA Y SALIR DE ELLAS (I)

Ahora sí, damos paso a la parte II de este artículo…

PARTE 2

3. Parar el sangrado.

Cuando alguien sufre una herida cortante, lo primero que se debe hacer es frenar el sangrado, no buscar una cura. Luego se puede llamar a una ambulancia o buscar un médico, pero lo primero es frenar la pérdida de sangre.

La ayuda profesional puede llegar muy rápido, digamos en 5 minutos, pero en casos urgentes donde hay una pérdida de sangre importante, esos 5 minutos pueden ser demasiado tiempo. La cura, puede llegar tarde.

Con las deudas pasa exactamente lo mismo.

Las personas, cuando comienzan a ver que la deuda (herida), se agranda cada vez más, suelen centrarse en tratar de generar más ingresos (buscan una cura), cuando en realidad, a mi forma de ver, lo más recomendable es frenar de forma urgente el incremento de la deuda (para el sangrado). Hay que hacer un “torniquete”, para que la deuda no se incremente.

¿Cómo frenar el incremento de la deuda si no tengo dinero?

Cómo frenar la deuda.

Cómo frenar la deuda.

Ante un hecho grave y urgente, el torniquete se realiza con cualquier cosa que se tenga a mano. Uno no puede en una situación de gravedad salir a recorrer tiendas para comprar “el torniquete ideal”, simplemente se improvisa uno.

Un cinto, un cinturón o cualquier otra cosa puede servir, y si es necesario romper en pedazos una prenda para hacer un torniquete de tela, se tiene que hacer. Sería una locura no salvar una vida por no querer romper una remera.

Si yo tuviera que vender mi televisión u otro objeto para frenar una deuda, lo haría. Por el simple hecho de que si no lo hago ahora (a voluntad), el incremento de la deuda terminará por sacármelo (a la fuerza) en poco tiempo, y no solo se llevará mi tv, sino también mi casa con todo lo que hay en ella.

Sin embargo, muchas veces las personas prefieren que la sangre siga corriendo, que la deuda se siga incrementando, con la esperanza de que la cura llegará rápido, en el futuro. Ese “rápido”, puede ser tarde y el futuro puede ser cada vez más negro.

Generar nuevas fuentes de ingreso es posible, pero puede llevar un cierto tiempo, y si hay algo que le juega en contra a una persona con deudas, es el tiempo. El paso de los días hace que la deuda se incremente y esto favorece al acreedor, no al deudor.

Por eso, desde mi punto de vista, antes de buscar la forma de generar más ingresos, se debe buscar de la forma más práctica posible de frenar el incremento de la deuda.

Si habrás notado, en muchas páginas enseñan “técnicas” para pagar deudas, pero nunca te mencionan que lo primero es frenar el incremento de esta (al menos yo no lo he visto). Lo que “olvidan” mencionar es que esas “técnicas”, pueden demorarse algunos meses para demostrar resultados (pequeño detalle). Para cuando descubres el truco, tu deuda puede ser impagable.

La deuda es como una arena movediza, mientras más pasa el tiempo, más te hunde. Si logras frenar el incremento de la deuda, ya es un paso, el hundimiento se frena, quizás no saliste de las arenas de la deuda, pero al menos esta situación es más calma y te da un poco de tiempo para pensar.

El gran problema de la deuda, el interés compuesto.

Deuda pública de Estados Unidos.

Deuda pública de Estados Unidos.

Si hoy tu deuda es de $1000 y el interés mensual es del 10%, a fin de mes, si no pagas los intereses deberás $1100. Al siguiente mes, seguirás debiendo el interés de $1000 y se te sumará el interés del interés, es decir de los $100 que no le pagaste al acreedor.

Esto hace que al principio la deuda se incremente de a poco, pero con el paso del tiempo esto es imparable (literalmente).

(El gráfico de la deuda de Estados Unidos podrá darte una referencia gráfica de este tema, verás que en un momento el interés sobre el interés es tan grande que crece de manera exponencial).

Por eso, no estoy exagerando cuando digo que preferiría vender un artefacto para frenar la deuda hoy, antes que el día de mañana la deuda se lleve mi casa, con todos los artefactos que tiene dentro.

Lo primero es frenar este incremento exponencial.

Si logras frenar la deuda, a costa de vender algo que posees, podrá sonarte triste porque estarás entregando algo que tienes y quieres, por algo intangible que no quieres, como lo es una deuda, pero esto no es tan terrible.

Si tus deudas quedan en cero, podrás ahorrarte el dinero con el que tendrías que haber pagado intereses, y más adelante, comprar con ese ahorro un artefacto similar al que vendiste anteriormente para saldar la deuda.

4. Reduje todos mis gastos pero sigo endeudado.

Deudas críticas, cuando los números están en rojo.

Deudas críticas, cuando los números están en rojo.

Si lograste frenar el sangrado por completo vendiendo algo que poseías, felicitaciones, te liberaste de las ataduras de las deudas. Pero si vendiendo cosas que poseías no lograste cancelar toda la deuda, solo ganaste algo de tiempo y ahora sí, tienes que utilizarlo para comenzar a buscar la cura. No puedes malgastarlo, no puedes desenfocarte, tienes poco tiempo, debes utilizarlo sabiamente.

Y en este punto es en donde seguramente sentirás más confusión.

Cuando se reducen los gastos al máximo, se venden posesiones personales, y aún así la deuda sigue, comienza una búsqueda desesperada por generar ingresos a toda velocidad. Si ya estuviste alguna vez en esta situación, sabrás que no se piensa con claridad en estos momentos y la desesperación es amiga de los estafadores y compañera de las malas decisiones.

Lo que tienes que buscar es algo que te genere dinero hoy, no mañana. Estoy hablando de que no puedes darte el lujo de planear un negocio a largo plazo, recuerda que (salvo raras excepciones) el tiempo es enemigo de los deudores. Y si tu deuda está avanzada, no podrías darte el lujo ni siquiera de tratar de generar un negocio a mediano plazo. Es muy probable que necesites cambiar tiempo por dinero, hoy.

Yo promuevo la creación de activos, que justamente es lo contrario a cambiar tiempo por dinero, pero hay casos excepcionales.

Un activo se hace para generar riqueza, pero no puedes generar riqueza si tu deuda crece y crece a mayor velocidad. Construir un activo normalmente lleva tiempo, es algo que se piensa a mediano o largo plazo.

Un activo lo creas una vez, y luego cosechas la ganancia muchas veces, por ejemplo escribiendo un libro. Lo escribes una vez y si es bueno y se vende, recibirás ingresos por muchos años. En cambio, en un empleo tradicional, tienes que trabajar todo el tiempo, sino no cobrarás, cambias tu tiempo por dinero cada día.

Yo recomiendo trabajar en crear activos, pero si estás en medio de una deuda, creo que es mejor primeramente tratar de saldar lo que debes, y luego, con más tranquilidad, iniciar la creación de un activo.

Tener lucidez en este punto es clave, sino terminarás cayendo por desesperación en los brazos de estafadores, que jugarán con tu necesidad. Ellos tienen bien en claro que necesitas dinero urgente, entonces te dirán todo lo que quieres escuchar para sacarte dinero, para que le entregues el poco capital que tengas. Para cuando te des cuenta del engaño, ya se habrán ido, tu deuda seguirá ahí, incrementándose y tu ánimo estará destrozado, al igual que tus finanzas.

Creo que en este punto, lo mejor es no guiarse por promesas de ganancias a futuro, ni meterse en negocios complejos o desconocidos. Si lo que necesitas es dinero rápido, lo mejor puede ser ir a lo que conozcas, un trabajo seguro en el que sepas que te pagarán. Muy pocas veces vas a verme escribir esta frase “es mejor un trabajo seguro en el que sepas que te pagarán”, pero estamos hablando de una situación concreta, muy puntual, un caso de deuda que se incrementa y que hay que frenarlo como sea.

Kiyosaki, en un momento de su vida, tuvo que dormir en su auto con su mujer porque no tenía dinero. En ese momento no podía pensar en crear un activo, necesitaba cambiar tiempo por dinero. Luego, cuando balanceó mejor sus finanzas y salió de ese pozo, sí pudo crear activos que le generaran ingresos extra cada mes.

Cuando los números no cierran.

Deuda grande, deuda avanzada.

Deuda grande, deuda avanzada.

Si tus gastos están al mínimo, vendiste tus cosas y sigues endeudado, si sacaste las cuentas y por más que toda la familia trabaje horas extras no llegarán a frenar la deuda, en el juego Cashflow, esto se llama banca rota. En este caso, no queda otra opción que cambiar la estrategia. Si sabes plenamente que haciendo lo mismo que hasta ahora, no solucionas el problema, lo más inteligente sería cambiar el rumbo estratégico.

Para darte un ejemplo, si una persona trabaja 16 horas por día, prácticamente no descansa, y sabe que aún así, los ingresos bajos que tiene no le alcanzarán para pagar su deuda, no debe de buscar trabajar 18 horas, porque su cuerpo y su mente no lo resistirán, lo que debería de hacer es buscar de cambiar su estrategia.

Cambiar, de por sí ya es algo complejo, porque requiere de mucha voluntad, pero cambiar en medio de una situación crítica, endeudado y dando un paso al vacío, es algo tremendamente difícil. Pero hay situaciones de deudas que están tan avanzadas, en las que no quedan muchas más opciones.

(Igualmente, si estás en esta situación, sería hora de que asumieras que ese empleo es algo que tarde o temprano tendrás que cambiar si quieres avanzar).

Una vez conocí una persona que 35 años que trabajaba de repositor en un supermercado, reponía la mercadería que los clientes iban comprando.

Hablando con él, en un momento, al pasar, mencionó que le pagaban poco por las horas que trabajaba, me dijo la cifra y prosiguió con otros temas. Le dije «bueno, es un sueldo bajo pero no está tan mal cobrar eso por semana» (asumí que era lo que cobraba por semana), pero me dijo «no, eso es lo que cobro por mes»…

A partir de ese momento, ya no pude seguir escuchando atentamente el resto de las cosas que dijo, quedé asombrado.

Cuando salí de mi asombro, frené la conversación y le dije…

– Un momento, un momento… hay algo que no comprendo. Sos una persona inteligente, podrías hacer otros trabajos y en cualquiera te pagarían más, ¿por qué seguís ahí?

A lo que me respondió:

– Es que el trabajo me gusta, estoy cómodo, pero sí, la verdad mi jefe es un miserable y un explotador, pero no le gusta hablar de aumentos de sueldos, se enoja mucho y evita el tema, nunca tiene tiempo para hablar. Pero voy a ver en algún momento de pedirle un aumento.

La persona estaba resignada, hasta “anestesiada” se podría decir. Todas sus opciones se limitaban a ver cuándo era el momento indicado para pedir un aumento. Era un sueldo miserable y su opción era suplicar por un aumento para pasar de miserable a muy mal pago, y todavía tenía que rogar por eso que el jefe no se enojara.

Esta persona tenía que cambiar de perspectiva urgente, porque el problema no era su jefe, el problema era su resignación, su comodidad, su baja autoestima, su falta de visión, sus pocos deseos de avanzar, su ambición nula.

Hay casos de ambición desmedida, pero este era el caso opuesto. Teniendo todo para cobrar más, se auto ahogaba en su propia prisión por no enfrentar sus miedos, por no superarse. Una persona excelente, buena, agradable y responsable, pero encerrada por decisión propia bajo muros de cristal.

Hay situaciones en la que no te gustará escuchar la realidad, y en este punto puede ser uno de esos: tienes que cambiar, dejar de correr y pensar cómo generar más ingresos trabajando la misma cantidad de horas o menos. Si tu línea de pensamiento te llevó hasta ese punto crítico, deberás cambiarla rotundamente.

Recordemos que en este punto, estamos hablando de que aplicamos reducción de gastos y no funcionó, aplicamos la venta de artículos propios y no logró eliminar la deuda, generamos algo de ingresos extra y no alcanzó. Estamos hablando de un nivel de endeudamiento crítico.

Cualquiera sea el nivel en que te encuentres, siempre es bueno pedir opiniones, y luego sacar conclusiones propias. Lo habitual es ocultar estas situaciones porque suelen dar vergüenza, pero esto no lo veo muy saludable, y me gustaría contarte una historia real que puede graficarte el «por qué» de mi punto de vista.

La deuda evitable.

Deudas evitables.

Deudas evitables.

Conozco un padre que dejó a sus 3 hijos un terreno. Cada uno de sus hijos construyó su casa en ese terreno, pero nunca se preocuparon por hacer una división legal del terreno.

Uno de los hermanos (Fernando), era el encargado de pagar una deuda relacionada al terreno, entonces todos los meses los otros dos hermanos le entregaban el dinero para pagar la cuota de la deuda.

Un mes, la factura (boleta o ticket) para pagar la cuota no llegó, por lo tanto Fernando pensó: “el mes siguiente seguro llegará. Cuando llegue, pagaré las dos juntas”. Al mes siguiente pasó lo mismo, y así durante 6 meses. La factura no llegaba.

Por fin llegó una carta detallando la deuda total, que no era equivalente al monto de 6 meses, sino que ya se había incrementado por los intereses. Esta persona, en vez de sincerarse con sus hermanos, ocultó el tema con la esperanza de conseguir el dinero de los intereses a la brevedad, pagar todo y dejar cerrado el tema. Después de todo, si saldaba la deuda por completo, nadie notaría la diferencia (pensó).

Al poco tiempo se quedó sin trabajo y tampoco le dijo nada de esto a sus hermanos, para no despertar sospechas. Como sus hermanos no sabían nada, siguieron dándole el dinero para pagar las cuota de la deuda, pero Fernando lo utilizaba para vivir, con la esperanza de conseguir trabajo en poco tiempo.

Hasta que un día, pasó lo inevitable. Sus hermanos se enteraron por medio de una carta, que la deuda era enorme. El terreno (y por lo tanto el hogar de los 3), estaba próximo a ser rematado.

Este problema, en realidad tenía una solución tremendamente simple: sinceridad a tiempo. No tenía tanto que ver con dinero. Sus hermanos le reclamaron: “¿por qué no nos dijiste esto antes?, te hubiéramos ayudado a pagar tu parte de la cuota hasta que consiguieras trabajo.”

Como dice el dicho: “Si estás hundido en un hoyo, deja de cavar”.

Hay que aprender a reconocer los momentos clave de una deuda, y entender que pueden existir momentos en los que hay que hacer el trabajo más difícil del mundo: pensar, sincerarse y cambiar.

La realidad sobre la mesa.

Si en este momento estás en una deuda, más allá de que puedas pagarla o no, es conveniente que te tomes unos minutos para poner un poco de orden, empezando por detallar cada una de esas deudas y proyectar cómo seguirán por los próximos 12 o 24 meses.

Teniendo esta información en números exactos, podrás calcular la parte que puedes pagar y la que no. Esto te llevará a pensar cuáles serán los cambios que tendrás que hacer para conseguir el dinero restante. Lo que sea que comiences a evaluar, tendrá que entrar dentro de los parámetros de esa cifra de dinero que te faltará.

De esta manera, tu deuda deja de ser una “nube negra”, y pasa a ser un objetivo tangible y eso te da foco. Esto te sirve para darte más precisión al momento de buscar un ingreso extra o de reducir tus gastos.

Quizás te des cuenta de que si reduces un poco ciertos gastos en exceso, puedes pagar la deuda sin la necesidad de hacer mucho más, o puede ser lo contrario, que te des cuenta que tienes que cambiar algo mucho más rápido de lo que pensabas, o las deudas te llegarán al cuello.

5. Deuda buena y deuda mala.

Deuda buena y deuda mala. Definición y diferencias.

Deuda buena y deuda mala. Definición y diferencias.

La forma conceptual más simple de definirlo es:

Deuda mala:   terminará quitándote el dinero del bolsillo.
Deuda buena: teminará poniéndote dinero en tu bolsillo.

Si tomas un préstamo para hacer un negocio y al final pagaste el préstamo y además obtuviste una ganancia, es deuda buena.

Si sacas crédito para compras innecesarias que no te hacen ganar dinero, quiere decir que te estás dando lujos que no puedes costear en efectivo. Es deuda mala e irresponsable.

En mi caso, cuando pago con tarjeta de crédito, abono en un solo pago. Muchas veces me dicen “pero tiene 3 cuotas sin interés”, y le agradezco el ofrecimiento pero le digo que igualmente quiero pagar en un solo pago. ¿Por qué?, simplemente porque en 1 pago o en 3, el dinero que tengo que pagar al final es el mismo, pero psicológicamente si se paga de a poco, pareciera ser que se está gastando menos, lo que incita a seguir comprando otras cosas, a meterse más en deudas.

Los bancos siempre buscaron formas creativas de hacer más dinero y el truco psicológico de las tarjetas de crédito, fue una de sus mejores jugadas.

Por esta misma razón, en los casinos y en las salas de juegos se apuesta con “fichas” y no con dinero. El valor es el mismo, pero psicológicamente es distinto porque lo que se pierde son “fichas”, aunque la realidad dice otra cosa cuando miras que tus bolsillos están vacíos de dinero.

La deuda buena o deuda mala se define puramente por una operación matemática, no por sentimientos ni por sensaciones. Si tomaste un crédito para hacer un negocio y al pagar todo, la cuenta al final te da positiva, fue deuda buena, si te da negativa, fue deuda mala.

Hay que tener mucho cuidado de tomar préstamos cuando se está endeudado. Si hay un momento en el que no es conveniente sacar un préstamo para arriesgar ese capital, es cuando se está en deuda. Por supuesto, pueden existir excepciones a esta regla, pero justamente son casos aislados, por eso son excepciones.

Si vas al banco a sacar un crédito, al pasar por la puerta de salida, el banco ya obtuvo su ganancia, pero tú acabas de asumir deuda y riesgo. Por lo tanto, si el negocio te sale mal, el banco se cobrará de alguna manera sus honorarios y tú estarás peor que antes. Y la situación se puede poner mucho peor si fue un prestamista quién te prestó el dinero.

En cambio, si tienes un poco de dinero de sobra, y decides intentar multiplicarlo, es una posición mucho más cómoda. Si en un negocio pierdes un poco de dinero extra que tenías, tu estilo de vida no cambiará, porque fuiste prudente. En el peor de los casos, todo sigue igual, tu nivel de estrés no aumentará, no te dará un infarto, tu familia seguirá comiendo cada día.

Para hacer negocios tomando deuda, hay que tener un plan B, por si las cosas salen mal.

Voy a darte un ejemplo:

Supongamos que tienes dinero invertido en un negocio, del cuál puedes retirar ganancias el primer día de cada mes. El día 10 te surge una oportunidad, que según entiendes no es para dejarla pasar, pero no cuentas con el dinero. Dentro de 20 días sabes que tendrás el dinero que falta, pero la oportunidad de negocio es hoy, no dentro de 20 días.

Tomar deuda en este punto puede ser coherente, porque dentro de los siguientes 20 días puedes cancelarla y ese negocio te presentará una ganancia mucho mayor que los costos de tomar la deuda, además tienes otros ingresos que hacen tu plan B.

Tomar deuda para este caso, sería una deuda buena.

Si yo estuviera endeudado, analizaría primeramente miles de formas para tratar de pagar lo que debo sin adquirir nuevas deudas. Una nueva deuda sería mi última opción.

Adquirir deuda para pagar otras deudas, generalmente, es como querer sacar el agua que ingresa a un bote de a litros, con un vasito. Un hundimiento predecible, solo es cuestión de tiempo.

……………………………………………………………………………………………………………………..

En la tercera y última parte de este artículo, vamos a ver:

• Formas creativas y concretas de ahorrar o pagar las deudas.
• Cómo prevenir futuras deudas.

En esta Comunidad, creemos que el aporte de cada uno es importante, por eso, apreciaremos que dejes tu comentario debajo. No importa si tuviste experiencias con deudas buenas o deudas malas, lo importante es que tu aporte, puede ayudar a otros. Puedes dejar tu comentario debajo.

Si aún no estás suscripto a nuestra Comunidad, puedes hacerlo gratuitamente para que te podamos avisar al momento de publicar nuevos artículos. (Para registrarte, puedes completar el formulario que está debajo con tu nombre y tu email)

Te dejo un cordial saludo,
Martín Omar.

Acerca de Martín Omar
Desde hace más de 14 años desarrolla campañas montadas sobre Internet orientadas al crecimiento de las ventas. Actualmente se dedica al Marketing Online, y a promover la Educación Financiera.