Principios para el éxito.

Principios para el éxito.

Te invito a que veas un video muy interesante, que demostró cómo una pequeña decisión de un grupo de niños, impactó en el futuro de sus vidas, unos pocos años después (seguramente te sentirás identificado con alguno de ellos).

Es un experimento muy bueno, que demuestra que el éxito es predecible, según las decisiones que toman las personas ante las oportunidades que se le presentan (aún de pequeños).

Unos minutos, para un niño es una eternidad.

Basado en este argumento, un psicólogo realizó un experimento en la universidad de Stanford, y llamó a esta experiencia:

“No te comas el marshmallow” o “No te comas el malvavisco”.

El experimento se realizó con niños que promediaban los 4 años de edad. Se les aisló en un cuarto por un corto periodo de tiempo y se les proporcionó 1 malvavisco. La instrucción por parte del adulto era que si no se comían el malvavisco durante los próximos 15 minutos, a cambio, obtendrían otro más.

La mayoría de los niños comieron el malvavisco al instante en el que el adulto salía de la habitación. Otros más llegaron hasta 14.5 minutos y cedieron, pero solamente un tercio logró resistir la tentación y lograron resistir la tentación de comerse el malvavisco, para obtener la recompensa.

Las conclusiones del experimento.

Una de las primeras conclusiones que se obtuvo de la experiencia fue que los niños que no comieron su golosina (que fueron solo un 33% de ellos) entendían a su corta edad que un retorno de inversión del 100% en 15 minutos valía mucho más la pena que comerse el malvavisco antes de ese tiempo. Era un excelente negocio.

La segunda conclusión se obtuvo años después, cuando el psicólogo de Stanford regresó para ver qué había sido de la vida de cada uno de esos niños, y se encontró con unos resultados sorprendentes.

La totalidad de los niños que no se habían comido el malvavisco, es decir, aquella tercera parte del grupo tenían buenas calificaciones, pase para la universidad, buen trato entre la sociedad y proyectos de vida que antecedían un buen futuro para cada uno de ellos.

Por otra parte, aquellos que sucumbieron a la tentación tiempo atrás, la gran mayoría, tenían problemas con sus padres y familiares, malas calificaciones, problemas con la ley e incluso muchos dejaron la escuela o no siguieron con estudios mayores.

Los niños que resistieron la tentación son quienes con el tiempo contaban con más posibilidades de ser exitosos en su ámbito, y esto sencillamente se debe a que comprendían el valor de la postergación de la gratificación inmediata (sacrificar ahora para obtener más después) , un principio que es básico para crear activos (que luego te generen ingresos sin trabajar).

El  libro “Inteligencia Emocional” de Daniel Góleman nos habla sobre este experimento, el cual repitió años más tarde Joachim de Posadas, pero esta vez con niños hispanos. Joachim aplicó el mismo procedimiento en Colombia, obteniendo los mismos resultados que se obtuvieron en Stanford.

Normalmente se sabe que la autodisciplina y la postergación de la gratificación inmediata son factores importantes para el éxito, pero este experimento demostró que las posibilidades a favor que tiene una persona disciplinada son tremendamente altas.

Es realmente para replantearse qué se hace con el dinero (y los talentos) que llegan a nuestras manos:

¿Nos comemos el malvavisco o postergamos la gratificación instantánea para  multiplicarlo? Esta decisión define en gran manera el futuro.

Te dejo un cordial saludo, si te gustó, espero que dejes tu comentario y que recomiendes este artículo en las redes sociales.

Martín Omar.

Acerca de Martín Omar
Desde hace más de 14 años desarrolla campañas montadas sobre Internet orientadas al crecimiento de las ventas. Actualmente se dedica al Marketing Online, y a promover la Educación Financiera.